Nuestra especie NO cumple las normas
- Inhar Bikandi
- 9 may 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 25 jul 2021
Desde hace más de 2 siglos que el ser humano se auto-considera el más inteligente de la faz de la tierra, pero nadie se lo ha preguntado. El ser humano considera que sus capacidades cerebrales son las más importantes para medir el intelecto. Cuando en realidad, no es más inteligente quien más capacidad tenga sino quien mejor provecho le saque a su capacidad. Quien tome las decisiones más acertadas es el más inteligente, obviamente.
La especie humana se auto-proclama el más inteligente sin que nadie se lo pregunte. Lo cuál dice mucho de lo que el ser humano es verdaderamente. Parece muy egoísta, vive en su mundo virtual o fantasioso, egocéntrico, y un tanto esquizofrénico, porque mata por cosas que únicamente existen en su cabeza, en su mundo psicológico, en su matrix. Cosas como la religión, el nacionalismo, y el dinero. Las tres invenciones imaginarias creadas por el ser humano que más guerras han provocado. La avaricia y el sentimiento del orgullo en demasía, hacen al ser humano portarse como un loco que se auto-destruye. El orgullo es nuestra kriptonita, porque cuánto y más orgulloso es el individuo, más fácil es de herirlo y provocarlo. El orgullo en exceso nos vuelve impulsivos, violentos, peligrosos, estúpidos e incoherentes.
Más allá de obviar que el ser humano tan sólo lleva 100.000 años apoderándose del planeta tierra, saqueando sus tesoros o materias primas, aniquilando, torturando y explotando a los animales para abastecer sus caprichos y empachar al mundo de productos generados del animal, así por mera avaricia. Además de poner en marcha genocidios, guerras, crisis económicas, explotación laboral, empoderamiento de privilegios…. En definitiva, lleva tan sólo 100.000 años auto-destruyéndose de miles de maneras descabelladas.
Pues además de todo ello, quiero enfocarme en otra razón por la cuál es el ser humano el más imbécil. Y es que, como bien he mencionado al principio, el ser humano se considera así mismo el más inteligente, basándose en sus propias normas para medir la inteligencia a la cuál le da más importancia. Pero se equivoca. El ser humano se inventa unas normas, las cuales funcionan en su mundo, o en su burbuja, pero existen otras normas primordiales que el ser humano no cumple, y son; Las normas del ciclo del ecosistema.
En el ecosistema, una norma básica es la de no sobre-poblar a ninguna de las especies. Lo cuál el ser humano se lo pasa por el forro. Las consecuencias de la sobre-población de una de las especies cuando el cuál está viviendo gracias al ecosistema, pueden ser muy graves. El ecosistema puede terminar destruyéndose por completo por culpa de incumplir dicha norma. Además el ser humano vive del ecosistema, pero no toma parte de ella. Otros animales que no tienen depredadores, como el oso, al fallecer es devorado por los buitres. De esa forma se puede tomar parte del ecosistema pero también cuando un cuerpo fallece, y durante la putrefacción del mismo, surgen larvas desde las entrañas del estómago, y terminan devorándolo y a su vez, más adelante, dichas larvas son devorados por las aves, u otros animales, dando así comienzo al ciclo.
¿Pero qué ocurre con el ser humano y sus larvas? Que quedan atrapados dentro de un ataúd inexpugnable. Por lo tanto, el ser humano además de auto-destruirse, se desvincula del ciclo del ecosistema, provocando una desconexión con la naturaleza. Lo cuál puede concluir convirtiéndose la naturaleza en un lugar inhabitable para el ser humano, y perdiendo las ventajas que la naturaleza nos pueda apropiar, como es el uso medicinales de las plantas. De hecho por eso, existen plantas medicinales, porque gracias a haber estado aportando información a la naturaleza, la propia naturaleza nos aporta plantas con propiedades curativas.
Por todo ello, concluyo que es el ser humano, quien se inventa nuevas normas de juegos impuestos por ellos mismos, pero es en realidad el Ser Humano quien No está jugando a lo que debe. Somos los perdedores de esta partida,
Losers del Juego en el cuál estamos participando todos.
Comments