¿QUÉ OCURRIRÁ CON LA CRISIS ENERGÉTICA?
- Inhar Bikandi
- 23 jul 2021
- 2 Min. de lectura
Por qué lo tóxico engancha
Debe de deberse a un instinto primitivo. Imagino al hombre de la edad de piedra por las noches tratando de dormir dentro de una cueva o entre el matorral, quién sabe. Allá por la madrugada, a horas muy tardías para no estar ya durmiendo, unos ruidos extraños inquietaban al hombre sabio. Aquellos ruidos se le penetrarían en el oído impidiendo tomar su plácido sueño.
Ante tal molestia existirían dos opciones a decidir, o bien se levantaba a buscar de qué se trataba el misterioso ruido, hasta hallar el problema y dar con la solución, o de lo contrario, tomar el sueño no dándole más importancia, dejando bajo su suerte que no fuera nada importante, o fuera realmente una amenaza mortal.
Supongo que sobrevivieron los que por genética eran más curiosos. Más aún en el caso de las mujeres sabias, que hasta el ruido más aparentemente insignificante, les preocupaba, por el mero hecho de que pudiera tratarse de un roedor pequeño o cualquier insecto diminuto, que mordiendo a su bebé lo terminara matando de una infección.
En la actualidad, éste instinto podría seguir siendo beneficioso, si no fuera por los magos de la ilusión, que se dedican a distraer y a aborrecer a las masas, aprovechando los puntos débiles de las personas, convirtiéndolas en adictas a la dosis diaria de drama y pesimismo para alimentar su depresión, provocando su reacción impulsiva ante polémicas innecesarias, y aborreciendo las mentes transmitiendo matracas sobre monotemas repetitivas constantemente y durante un tiempo largo e indefinido.
Se trata de un conjunto de creadores de las ilusiones y los espectáculos que yo los encasillo en un sólo sector, el del entretenimiento. Gran parte de todo el dinero del mundo está yendo a éste sector, al entretenimiento. En parte, ese dinero también da de comer a otros sectores indirectamente, pero comienza a ser un problema cuando la cantidad que se acumula en dicho sector, es una parte desproporcionada del total.
La circulación del dinero se obstruye, la economía se enferma porque su propio ecosistema se desequilibra no llegando al resto de sectores, haciendo que algunos oficios queden obsoletos.
Esto mismo puede crear una reacción en cadena si la desproporción se aumenta en exceso.
Además, si esta comilona del ecosistema de la economía global, se comete por parte del sector que produce mera ilusión, el intercambio no compensa.
Porque la ilusión es inexistente, no es palpable, no nutre el cuerpo, no te cubre ni de la lluvia ni del viento, tampoco te abriga del frío. Básicamente es intercambiar algo real o material, a cambio de lo virtual, ficticio.
En consecuencia, esto puede acarrear una crisis de recursos por falta de producción de dichos recursos, y también una crisis energética por mala gestión del consumo.
Pero de esa forma por fin, la estupidez humana podría alcanzar su límite, cuando llegue el apagón mundial.
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